Marruecos, Argelia o Mauritania, se han convertido en un escenario diverso en el que vamos a desarrollar nuestros viajes de aproximación a una población de costumbres y tradiciones muy arraigadas. Nos guiamos a través de la celebración de sus mussem, sus fiestas tradicionales, los espacios sagrados y creencias, tradiciones que se desarrollan siempre en un paisaje cambiante y de contrastes naturales, como las altas montañas y sus valles, los extensos desiertos y sus oasis perdidos. Estos lugares encierran una rica diversidad cultural muy arraigada y atienden a una población plural de origen amazige o árabe, que nos apasiona descubrir a través de nuestros viajes. Esta cultura, presente en gran parte del norte de África, se ha fragmentado en numerosos grupos diferenciados, cuyo nexo de unión es la lengua, el amazige (rica en dialectos) o el árabe, con unas tradiciones orales y artísticas excepciones y un fuerte sentido de comunidad que, a lo largo de la historia, han sabido mantener vinculándose a la tierra y al desierto.